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El hábito infravalorado que mejora la memoria

Hablar de demencia es hacerlo de un término que engloba diferentes enfermedades, como el alzhéimer, que en última instancia afectan a la memoria, al pensamiento y a la capacidad para realizar actividades cotidianas. Según los datos que maneja la Organización Mundial de la Salud, más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo y es la séptima causa de defunción y una de las principales de discapacidad y dependencia entre los adultos mayores en todo mundo.

Aspectos como la propia edad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad, la hipertensión, la diabetes o la depresión son algunos factores asociados al riesgo de sufrir demencia, pero la ciencia parece apuntar a otro factor de riesgo, la inactividad física, como uno de los principales hábitos sobre los que podemos incidir para prevenir su aparición, incluso si existe una predisposición genética.

Al menos es lo que se desprende de un reciente estudio realizado por investigadores del Instituto Karolinska (Suecoa), que ha sido publicado en el British Journal of Sports Medicine. Según la conclusiones del trabajo, las personas con predisposición genética a la demencia pueden reducir su riesgo hasta en un 35% aumentando su forma física, lo que también está relacionado con una mejor capacidad cognitiva. Y una excelente manera de hacerlo es salir a correr o caminar a paso ligero.

En este sentido, la aptitud cardiorrespiratoria es la capacidad del cuerpo para suministrar oxígeno a los músculos y disminuye con la edad a medida que se pierde músculo esquelético. La forma física disminuye entre un 3 y un 6 por ciento por década cuando las personas tienen entre 20 y 30 años, pero se acelera a más de un 20 por ciento por década cuando llegan a los 70 años.

La novedad de este estudio radica en que, a diferencia de otros trabajos en los que la muestra era relativamente pequeña, es que los investigadores examinaron un grupo mucho mayor, utilizando datos de 61.214 personas sin demencia de entre 39 y 70 años de la base de datos del Biobanco del Reino Unido. A todos los sujetos se realizó una prueba de ciclismo de seis minutos para evaluar la forma física, se evaluó también la función cognitiva mediante pruebas neuropsicológicas y la susceptibilidad genética a la demencia mediante una puntuación de riesgo genético para la enfermedad de Alzheimer.

Retraso de la aparición de la demencia

Durante el periodo de seguimiento de hasta 12 años, 553 personas, correspondientes al 0,9 por ciento, fueron diagnosticadas de demencia. “Nuestro estudio demuestra que una mayor forma física está relacionada con una mejor función cognitiva y un menor riesgo de demencia. Además, una forma física elevada podría atenuar el efecto del riesgo genético de todas las demencias hasta en un 35 por ciento”, afirma Weili Xu, catedrática de Epidemiología Geriátrica del Departamento de Neurobiología, Ciencias Asistenciales y Sociedad del Instituto Karolinska.

“Nuestros hallazgos sugieren que mantener una buena forma física puede ser una estrategia para prevenir la demencia, incluso entre personas con alta susceptibilidad genética”, añade la experta, que confirma que los niveles elevados de aptitud cardiovascular se asociaron a un riesgo global de demencia un 40% menor y a un retraso medio de la aparición de la demencia de 1,48 años.

No obstante, conviene reseñar que se trata de un estudio observacional y, por tanto, no puede establecer causa y efecto. Además, se da la circunstancia de que el número de casos de demencia puede haberse subestimado porque los participantes en el Biobanco del Reino Unido suelen estar más sanos que la población general.

En cualquier caso, el hallazgo de los profesionales de la prestigiosa institución sueca se une a la cada vez más abundante evidencia científica que relaciona el ejercicio físico y la salud cerebral. Así, reducir el riesgo de demencia y fomentar habilidades cognitivas como la memoria, la atención, la resolución de problemas o la concentración es posible a través de actividades que nos encantan como correr o caminar a paso ligero. Potenciar la aptitud cardiorrespiratoria -también la musculatura- es vita para envejecer mejor y vivir más años de forma saludable.

Fuente: Runner’s World